Leyenda de El Sombrerón

por | 16 Jun, 21 | Leyendas | 0 Comentarios

Cuenta la leyenda que el Sombrerón es un personaje de corta estatura que lleva un enorme sombrero y una guitarra con la que canta para enamorar a las bellas mujeres de pelo largo de Guatemala.

El Sombrerón es una de las leyendas más populares de Guatemala. Se trata de un personaje legendario de la tradición oral guatemalteca también conocido como el Tzitzimite, el Tzipitío o el Duende. Se lo describe como un enano o un hombrecito de muy corta estatura (aproximadamente medio metro de alto) que lleva un enorme sombrero con el que esconde la mirada y sus sucias intenciones. En el hombro lleva una guitarra endemoniada con la que da serenata y enamora a las mujeres bellas de ojos grandes y pelo largo que tienen la mala suerte de llamar su atención.

Hay muchas versiones de la leyenda de El Sombrerón. En unas viaja en una mula en la que lleva carbón. En otras versiones son cuatro mulas o un brioso caballo negro. Su piel se ve oscura y su vestimenta negra por el polvo de carbón que lleva en el lomo de su montura. De su ropaje únicamente sobresale un cincho grueso con brillante hebilla, y unas botas de charol con espuelas de plata y taconcito cubano con las que hace mucho ruido al caminar o bailar.

Cuenta la leyenda que el Sombrerón era un carbonero de Guazacapán, en el departamento de Santa Rosa. Otras versiones indican que era un ranchero que llegó a Guatemala procedente del norte de México a mediados del Siglo XVIII. Lo cierto es que la leyenda se origina justo antes de los terremotos de Santa Marta en 1773, cuando la capital de nuestro país todavía se llamaba Santiago de los Caballeros de Goathemala, luego del suicidio de un hombre que había sido condenado por el tribunal de la inquisición a llevar un enorme sombrero y que se había convertido en objeto de burla de toda la ciudad. Tras su muerte, las personas temían salir por las noches y toparse con el espíritu del Sombrerón.

 Lea aquí la historia del verdadero Sombrerón

Se dice que el Sombrerón es un ser maligno muy galante, enamorado y seductor empedernido, y que sabe entrar a las casas sin abrir las puertas. Aparece a la hora del crepúsculo y recorre las calles y los barrios de la ciudad. Cuando ve a una hermosa jóven de ojos grandes y cabello largo, amarra su mula al poste de la casa donde vive ésta, toma su guitarra y empieza a cantar una ranchera que acompaña con el taconeo de sus botas. Si la mujer se asoma a su ventana al escuchar la música y mira al Sombrerón, caerá irremediablemente bajo el embrujo de su dulce voz. A partir de ese momento el Sombrerón la visitará todas las noches para darle serenata, hasta ganarse su alma.

Las víctimas del Sombrerón parecen hipnotizadas, tienen la mirada perdida y solo piensan en la música de su enamorado. Dejan de comer y dormir, y muchas veces amanecen con el cabello trenzado. Es muy difícil que una mujer hechizada por el Sombrerón salga del embrujo por sí misma, ya que casi nunca reconocen su estado y terminan muriendo de inanición. Por eso es importante siempre estar atentos con el comportamiento de hijas, sobrinas y hermanitas, ya que si el Sombrerón ha elegido a una de ellas para llevarse su alma dependerá de uno deshacer el maleficio. La única manera de salvarle la vida es cortándole muy corto el cabello, ya que esto no le gustará al Sombrerón y la dejará de buscar, aunque nunca la olvidará.

Celina - El Sombreron

Cuando no encuentra una muchacha que le guste, el Sombrerón va a las fincas y se mete en los establos, donde trenza la cola y las crines de los caballos y mulas. Luego, los cabalga durante toda la noche hasta dejarlos agotados. Al día siguiente, los pobres animales no pueden cumplir con sus tareas por el agotamiento y se vuelven hostiles con sus amos. Los campesinos buscan entonces trenzas en los animales para ver si aún son aptos para trabajar. Algunos dicen que si un animal es trenzado por el Sombrerón ya no vuelve a servir para ninguna tarea, mientras que otros dicen que puede ser rescatado cortándole las greñas y descansando durante varias semanas.

Una forma de saber si el Sombrerón está visitando la casa o la finca es colocar una silla y una mesa de pino cerca de un balcón de la casa o cerca de la entrada al establo. En la silla debe dejarse una guitarra y en la mesa una botella de aguardiente. En noches de luna llena, todo mundo debe acostarse temprano y permanecer en silencio. Si se escucha la guitarra y el canto del Sombrerón, córtele el cabello a las jóvenes y las greñas de las bestias del establo.

Versiones más conocidas de El Sombrerón:

La historia más común de la leyenda del Sombrerón dice así: “ Una noche, El Sombrerón caminaba en un barrio de La Antigua Guatemala cuando vio a una muchacha muy bella con pelo largo y se enamoró de ella. Buscó su casa y le dio serenata una y otra noche, pero ella no le dijo nada a sus padres sobre él. Un día empezó a dejar de comer hasta el punto de que casi murió, y fue entonces cuando la madre se dio cuenta que era por El Sombrerón. Llevó a su hija a un convento creyendo que ahí iba a estar mejor, pero la niña siguió sin comer y un día despertó con una trenza en su pelo hecha por el espectro y ese día murió. Luego en el velorio, apareció El Sombrerón llorando y sus lágrimas eran como cristales. Jamás olvida a las muchachas que ha amado.”

Otra variante de la historia termina en que la niña sobrevive cuando su madre se da cuenta que ha sido hechizada por el Sombrerón y le corta el pelo para que deje de molestarla.

Leyenda del Sombrerón (Guatemala)

Los escritores Francisco Morales Santos y Celso Lara son quienes más se acercan a la versión popular con sus cuentos de “Las lágrimas del Sombrerón”. Ambos relatan, a su manera, los amores de El Sombrerón con Celina, una joven de pelo largo y ojos grandes hija de una tortillera que vivía en el callejón del Carrocero, en Antigua Guatemala.

Celso Lara describe así al sombrerón: «…Cosa rara en verdad era este carbonero: pequeñísimo, vestido de negro y con un cinturón brillante que redeaba su cuerpo menudo. Impecables botines de charol calzaban sus pies, en los aules un par de espuelas plateadas salpicaban luz en la oscuridad. Al hombro una guitarra de cajeta(…) y sobre su cabeza un enorme sombrero de alas anchas que casi lo oculta por completo».

Fancisco Morales lo describe así: “…¡Era un hombrecito que hubiera cabido en la palma de su mano! Tenía un gran sombrero que casi lo tapaba todo; apenas si salían debajo del ala, sus zapatitos de charol y sus espuelas de plata. Mientras cantaba y bailaba tocando su guitarra de nácar, enamoraba a la niña”.

 Lea aquí el cuento de Las lágrimas del Sombrerón

Por su parte, Francisco Barnoya Gálvez nos cuenta una historia similar en su libro “Han de Estar y Estarán” (Editorial José de Pineda Ibarra, 1961), en la que el que Sombrerón llega una noche a la Antigua Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, cuando ve a una hermosa jóven llamada Manuelita y se enamora de ella.

 Lea aquí la versión de Francisco Barnoya

Miguel Angel Asturias, describe a un Sombrerón muy distinto en su libro “Leyendas de Guatemala”, en el que una pelota endemoniada es perseguida por un niño que ha caído bajo su encanto, y luego se transforma en un enorme sombrero negro que cae sobre la cabeza del niño.

“…Sorprendido, sin abrir bien sus ojillos de elefante, cálidos y castos, la apretó con toda la mano, como quien hace un cariño, y la dejó caer en seguida, como quien suelta una brasa; mas la pelotita, caprichosa y coqueta, dando un rebote en el piso, devolvióse a sus manos tan ágil y tan presta que apenas si tuvo tiempo de tomarla en el aire y correr a ocultarse con ella en la esquina más oscura de la celda, como el que ha cometido un crimen…”

 Lea aquí la versión de Miguel Angel Asturias

¿Lo sabías?

 

  • El Sombrerón se origina entre 1772 y 1773 luego de la muerte de un personaje de la vida real llamado Juan Bayona que había sido condenado por la iglesia a llevar un gran sombrero.
  • El Sombrerón también es conocido como Tzitzimite o Tzipitío, que significa Duende.
  • Existen versiones del Sombrerón en otros países de Latinoamérica. En México por ejemplo es conocido como “el hombre del saco”.
  • Al Sombrerón le gustan las jóvenes de ojos grandes y pelo largo.
  • Las noches de luna llena son las preferidas por el Sombrerón para hacer su aparición.
  • Para salvar a una joven que ha caído bajo el embrujo del Sombrerón, debe cortársele el cabello. De esta manera ya no le gustará a este maléfico ser que buscará a otra mujer para cantarle por las noches.
  • Si no logra salvarse a la joven, morirá. El Sombrerón llegará al funeral y cantará derramando lágrimas que se convertirán en cristales.
  • Cuando no encuentra una chica bonita, el Sombrerón elije caballos o mulas a quienes trenza las greñas y monta toda la noche hasta agotarlos para que no puedan trabajar. Cuando no hay caballos o mulas, el Sombrerón a veces trenza a los perros.

¿Hombre, duende, demonio o viejos cuentos de pueblo? Sea lo que sea, el Sombrerón es un personaje que vive en el imaginario de todos los guatemaltecos…

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